Se disparó la inflación: el nivel general de precios subió 12,4% m/m en agosto (la variación mensual más alta de los últimos 32 años), y ya acumula un incremento de 80,2% en lo que va de 2023. En este contexto, el Gobierno vuelve a anunciar medidas y se agranda el “Plan Platita”, presionando aún más sobre los precios internos. Hacia adelante el escenario se presenta incierto y desafiante, no pudiéndose descartar una mayor espiralización. El “Plan Llegar” no llegó.
Inflación récord y riesgo de una mayor espiralización
La inflación se disparó en agosto: el nivel general de precios subió 12,4% m/m (+124,4% i.a.), en lo que fue la mayor variación mensual de los últimos 32 años (hay que remontarse a febrero de 1991 para encontrar un guarismo más alto). De esta manera, el IPC Nacional acumula una suba de 80,2% en lo que va de 2023.
El aumento del último mes estuvo en línea con lo esperado, y se explica principalmente por el salto discreto del tipo de cambio oficial (+22%) posPASO (que se sumó a algunos factores que ya adelantaban un agosto caliente en materia de precios -ver NEF-).
La categoría de mayor incremento mensual fue “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (+15,6% m/m), que representó más de un tercio de la suba del índice general. Luego le siguieron “Salud” (+15,3% m/m) y “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (+14,1% m/m). Entre las tres aportaron en torno a 6,6 puntos porcentuales al aumento del IPC Nacional.
La dinámica inflacionaria actual profundiza un fenómeno que viene manifestándose hace ya varios meses: una importante dispersión de precios. Puntualmente en agosto, la suba de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue 3,5 veces superior a la de “Comunicaciones” -el rubro de menor variación, +4,5% m/m-; pero si ampliamos el horizonte temporal queda de manifiesto la notable la distorsión y desalineamiento de precios relativos.
Hacia adelante las perspectivas no son favorables:
– En los próximos tres meses probablemente se sigan viendo variaciones mensuales dos dígitos. En relación con septiembre, cabe recordar que la devaluación oficial se realizó el 14/08, por lo que gran parte del pass-through no fue captado por el índice de agosto. Además, hay que considerar que el IPC es un índice de precios promedio: la inflación de la segunda quincena fue muy superior al 12,4% m/m, y deja un importante arrastre para el mes siguiente.
Por otro lado, el guarismo de octubre-noviembre dependerá principalmente del resultado electoral y de la dinámica cambiaria, pero existen altas probabilidades que el Gobierno se vea forzado a ajustar nuevamente el tipo de cambio oficial tras las elecciones. Esto desencadenaría en una situación similar a la ocurrida posPASO; o, dada la mayor nominalidad e incertidumbre como punto de partida, en niveles de inflación inclusive superiores, que podrían ser el comienzo de una mayor espiralización de los precios internos.
– Diciembre 2023 y 2024: el escenario es aún muy incierto. La nueva administración deberá implementar un plan de estabilización que, de ser exitoso, se traduciría en un rebote inflacionario durante los primeros meses -por la corrección de precios relativos-, y una inflación de un dígito mensual hacia mediados de 2024 (cerrando el año en línea con los valores previos a 2022). Sin embargo, no debe descartarse un escenario en el que fracase el programa, la crisis actual se agudice, y la Argentina entre en una dinámica inflacionaria mucho más preocupante.
Sigue agrandándose el “Plan Platita”
Como si fuera poco, en este contexto sumamente delicado, el Gobierno sigue “echando más leña al fuego” y volvió a anunciar medidas que deteriorarán la situación fiscal y presionarán al alza a los precios internos; medidas que se suman a las de la última semana de agosto (ver NEF). Entre ellas se destacan i) la devolución del IVA para productos de la canasta básica[1], y ii) la eliminación del Impuesto a las Ganancias para trabajadores y jubilados que cobren hasta $1.770.000. De esta manera, el costo del “Plan Platita” crece y ya alcanza el 1,4% del PBI, “sepultando” la meta fiscal acordada con el FMI.
Por último, dos comentarios adicionales con respecto a lo anterior:
– En lo que va de septiembre el Tesoro obtuvo, a través de sus licitaciones, endeudamiento extra por $954 MM (0,5% del PBI), que podrá ser destinado a financiar parte del “Plan Platita”.
– La modificación del Impuesto a las Ganancias no solo agranda el rojo fiscal sino que busca eliminar un impuesto progresivo -se le cobra más a quienes mayores ingresos posee-, yendo a contramano del resto del mundo -y, en particular, de las economías desarrolladas-.
[1] Aplicará para jubilados, beneficiarios de AUH, monotributistas, trabajadores de casas particulares, y empelados en relación de dependencia que cobren hasta seis salarios mínimos.