Economía
La deuda externa por importaciones estuvo en el centro de la escena durante gran parte de 2022 y 2023,a partir del notable salto que tuvo como consecuencia de la discrecionalidad de la administración anterior a la hora de permitir el acceso al mercado de cambios para su pago. Desde la asunción de Javier Milei, el flujo fue regularizándose de manera gradual, hasta casi normalizarse; pero ¿qué pasó con el stock?
Si bien hay un nivel permanente, las cifras de 2022-2023 excedieron notablemente a la dinámica histórica: la deuda por el pago de servicios promedió los US$6,6 MM entre 2017 y 2021, y alcanzó los US$12,7 MM al cierre de 2023; mientras que en el caso de los bienes se pasó de US$22,1 MM a US$44,6 MM.
La nueva administración priorizó la normalización en el flujo -aunque todavía falte-, mientras que para la regularización del stock dispuso los BOPREAL, títulos emitidos por el BCRA, denominados y pagaderos en dólares pero que podían suscribirse en pesos, por un total de US$10 MM (estrictamente US$8,3 MM, ya que US$1,7 MM fue para giro de utilidades).
Pese a lo anterior, la deuda total por importaciones alcanzó los US$57,3 MM a fines de septiembre 2024; es decir, el mismo valor que en diciembre 2023. La de los bienes creció US$1,7 MM en el primer trimestre (I-T), para luego disminuir US$0,9 MM y US$1,2 MM en II-T y III-T, respectivamente; mientras que en el caso de los servicios se dio la dinámica inversa y aumentó US$0,5 MM punta a punta.
¿Cómo se explica que el stock no haya disminuido? En primera instancia, de los BOPREAL emitidos, solo US$3 MM se utilizaron para cancelar deuda, según estimaciones propias del BCRA. En segundo lugar, porque el esquema implementado durante los primeros meses de gestión (ver NEF) derivó en un incremento de las obligaciones por la “cuotificación” en el acceso al MULC. Asimismo, los importadores habrían optado por seguir difiriendo pagos para aprovechar el rendimiento positivo de las tasas en pesos, que corrieron por encima del crawling mensual, así como del movimiento de los dólares financieros, en gran parte del año.
Por último, si bien el nivel sigue siendo elevado, el “exceso” podría ser mucho menor; de hecho, esto sucedió a fines de 2023: el relevamiento del BCRA indicaba un stock total de US$57,3 MM, mientras que la Secretaría de Comercio estimó un saldo neto de US$42,6 MM (ver comunicado). Además de diferencias técnicas y metodológicas, se dieron algunas explicaciones económicas y cambiarias, entre las que se destaca la cancelación -no informada al BCRA- con dólares propios y/o a través de títulos; algo que podría haberse repetido el año pasado (el banco central estima que durante enero-septiembre se cancelaron US$7,4 MM por fuera del MULC).
Finanzas y mercados
El BCRA confirmó una reducción en la Tasa de Política Monetaria desde 32% hasta 29% n.a., y en los pases activos de 36% a 33% n.a. a partir de este viernes, considerando la consolidación en las expectativas de reducción de la inflación.Tal como lo habíamos anticipado en el NEF del 17/01, la medida se toma en el advenimiento de la implementación de la reducción del crawling peg desde el 2% hasta el 1%, que comenzará a regir a partir del lunes.
Por su parte, el Tesoro Nacional adjudicó en la licitación del miércoles $6,60 billones (bn) sobre un total de $8,82 bn que vencen hoy, lo que implicó un rollover del 75% (renovación del 96% para todo enero). Logró colocar un BONCAP nuevo a enero 2027 – superando el plazo del BONCAP a junio de 2026 – por $4,36 bn a una TEM de 2,05%, dos LECAPS de corto plazo (reaperturas) por un total de $1,71 bn a tasas de corte 2,3% y 2,4% – en línea con la nueva tasa de referencia de 2,4% – y $0,52 bn a través de la reapertura del BONCER marzo 2027 (+7,7% TIREA).
Asimismo, se llevó a cabo la conversión del BONCER con vencimiento 14 de febrero 2025 (T2X5): se adjudicó un total equivalente de $1,18 bn sobre los $4,9 bn que vencen, es decir se renovó un 24% de la misma, con el 19,5% de adhesión al canje. La conversión se realizó mediante la emisión de una nueva LECAP a noviembre 2025 a 2,20% de TEM. Así, la inflación breakeven se sitúa en 1,7% en el promedio de los primeros diez meses del 2025 y desciende a 1,4% en el promedio de noviembre y diciembre, alcanzando un promedio anual de 21,5% para el total del año.
En el plano internacional, la FED decidió mantener su tasa de referencia en los niveles actuales (4,25%-4,50%), al menos por un tiempo más, frente a una inflación que persiste en niveles elevados. Las expectativas del mercado anticipan que pueda haber un recorte en la reunión del Comité de Política Monetaria de junio. El Banco Central Europeo, en cambio, bajó su tasa de política monetaria desde 3,00% hasta 2,75%. La justificación de las autoridades estuvo centrada en que la inflación está evolucionando en términos generales como se esperaba y en camino a estabilizarse en torno a su objetivo del 2%. Brasil, por su parte, decidió volver a elevar la tasa SELIC en 1 p.p., desde 12,25% hasta 13,25%. Las autoridades justificaron la suba por una combinación de factores externos (presiones arancelarias de Trump) e internos (los últimos datos de inflación continúan alejándose de la meta del 3% fijada por Banco Central y los resultados fiscales que no ceden).