Economía
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró en diciembre una suba mensual desestacionalizada del 0,5%. En la comparación interanual, la variación también fue positiva, alcanzando el 5,5%. De este modo, 2024 cerró con una contracción del 1,8%, una caída menor a la proyectada.
El análisis sectorial del EMAE para el año pasado revela que algunos sectores experimentaron un crecimiento significativo; en detalle, los sectores que mostraron una expansión fueron: i) Agricultura y ganadería, con un crecimiento del 31% i.a., ii) Explotación de minas y canteras, con un incremento del 7,3%, iii) Pesca, con una variación positiva del 6,8% y iv) Enseñanza, con un crecimiento del 1,2%. Por el contrario, los sectores que tuvieron el mayor desempeño recesivo fueron: i) Construcción, con una fuerte caída del 17,6%, afectada principalmente por recortes y la paralización de obras públicas, ii) Industria manufacturera, con una retracción del 9,2%, iii) Comercio mayorista y minorista, con una disminución del 7,5%, iv) Intermediación financiera, con una caída del 4,0%, y v) Otras actividades de servicios comunitarios, que descendieron un 3,6%.
Lo anterior confirma la heterogeneidad sectorial mencionada en ediciones anterior con respecto al 2024: mientras que los sectores vinculados a la actividad externa mostraron un comportamiento expansivo, impulsados por el agro y la minería, aquellos más dependientes de la demanda interna se vieron más afectados.
En términos de la dinámica de recuperación, la economía argentina salió de la recesión -cuyo punto más bajo se registró en abril 2024- en forma de “V”. Este repunte fue impulsado en gran parte por el sector agropecuario, que se benefició de la mejora en la producción tras la sequía de 2023, a pesar de la baja en el precio de los commodities. Cabe destacar que i) este sector tiene una ponderación cercana al 10% en el índice general, y ii) el EMAE sin el agro cayó 3,9% i.a. en 2024.
Por último, de cara a 2025, el año pasado dejó un arrastre estadístico positivo de 3,2%; y, de acuerdo con nuestras proyecciones, la economía crecería a una tasa anual cercana al 5%, con un impulso significativo de los sectores externos, en particular el sector minero.
Finanzas y mercados
El miércoles el Tesoro Nacional llevó a cabo la segunda licitación del mes: adjudicó $4,42 billones (bn) sobre un total de vencimientos de $2,68 bn, lo que implicó un rollover del 165%. Este porcentaje de renovación, que esel más alto desde julio del año pasado, le permitirá al gobierno llegar con más margen al pago de vencimientos que se aproximan en marzo por $13 bn (ver NEF del 14/2).
El 78% de lo colocado fue a través de instrumentos a tasa fija, conformado por reaperturas de tres LECAPS de corto plazo a una tasa efectiva mensual (TEM) promedio de 2,56%, mientras que el 22% restante fue a tasa variable, mediante la reapertura del BONCER a mayo 2025 (+5,3% TIREA).
Lo llamativo de la licitación fue que las tasas se ubicaron levemente por encima de las del mercado: 2,56% TEM promedio vs 2,44% los mismos instrumentos al cierre del día previo. La decisión de sostener este nivel de tasas por parte de la autoridad monetaria puede estar respondiendo a la expectativa de que la inflación de febrero será algo más elevada que la del mes previo (3,1% según inflación Invecq), lo que a su vez se vuelve un atractivo para los agentes de sectores exportadores (en particular los del agro) que los incentiva a liquidar dólares en el mercado y colocar el resultado a tasa fija.
Lo anterior nos sitúa en un escenario de tasas de interés en dólares más positivas, como se puede apreciar en el siguiente gráfico, en donde la relación entre las tasas de interés con respecto a la tasa de devaluación del 1%, iniciada en febrero, se encuentra actualmente en 16,7% (15,2% si lo comparamos con la tasa mensual de política monetaria (TPM)). Este spread es similar al observado entre mayo y noviembre de 2024, donde la relación fue de 18,5% en promedio, pero muy por encima del nivel de los últimos meses.
Finalmente, los mercados tuvieron una semana desfavorable, marcada por un fuerte retroceso en el índice MERVAL medido en dólares CCL, que se contrajo 7% con respecto al viernes pasado – recuperando levemente hoy hasta 1.798 puntos – y volvió a los niveles que registraba a mediados de noviembre del año pasado. Los bonos en dólares cayeron 1 p.p. en su paridad promedio ponderada hasta 71,2% y el riesgo país, que comenzó la semana en 730 p.b., avanzó hasta 780 p.b. en la jornada de hoy, también en las cercanías de los niveles registrados hace tres meses atrás. Este desempeño respondió a una mayor incertidumbre política interna en base a la ausencia de novedades más concretas sobre el avance del acuerdo con el FMI y a la vez estuvo acoplado a la tendencia bajista que tuvieron los mercados globales, a raíz de las controversias en las declaraciones del presidente de Estados Unidos en materia arancelaria.