La semana llegó con numerosos datos relaciones a la actividad económica que dejan ver una mejora al cierre del primer semestre. En primer lugar, el estimador mensual de actividad económica dejó en junio un aumento del orden del 2,5% con respecto al mes inmediato anterior, lo que indica que se revierte caída de los últimos 4 meses. Por su parte, la variación interanual acumulada del primer semestre fue de 10,8% con relación al primer semestre del año previo, en el cual se dio el momento más fuerte de cuarentena estricta. Si bien este año se espera que la recuperación promedio sea en torno al 7% anual, la continuidad de esta mejora dependerá de la consolidación fiscal y del programa con el FMI, a través del cual se consolide un programa económico.
En el frente externo, el saldo de julio volvió a ser positivo por un total de US$ 1.537 millones a partir de un incremento de 47,1% de las exportaciones, que sumaron US$ 7.252 millones, contra importaciones que aumentaron US$ 5.715 millones (65%). De esta manera, el saldo acumulado al séptimo mes del año es de US$ 8.310 millones, 15% menos que el superávit acumulado a julio 2020. El impacto de los precios internacionales sigue siendo muy determinante, dado que aumentaron 11 puntos por encima de lo que lo hicieron las importaciones. Sin embargo, medido en cantidades, las importaciones vienen muy por encima de las exportaciones (35% vs 9%).
Se dio a conocer el índice de precios mayoristas, que mide la variación de los precios a los que los productores e importadores venden en el mercado interno, incluyendo impuestos, avanzó 2,2% en julio (2,3% en los “Productos nacionales” y de 1,6% en los “Productos importados”) y acumuló en el año un 32,7%. En línea con el avance de estos y el índice de precios al consumidor que aumentó 3%, según se supo la semana anterior, la canasta básica alimentaria aumentó 2,1% y la canasta alimentaria 1,6%. Así las subas interanuales fueron de 58,3% y 51,8% respectivamente. De esta manera, la línea de pobreza comenzó el segundo semestre con una base de $ 67.577 para una familia de 4 integrantes, mientras que la de la canasta alimentaria, que pone el límite a la línea de indigencia, alcanzó un monto total de $ 29.003 por hogar.
En el plano fiscal, el Tesoro realizó una nueva licitación de deuda esta semana en la cual consiguió $ 94.798 millones contrastando con la licitación previa en la cual solamente consiguió el 66% del total de vencimientos. Esta vez, ofreció instrumentos a tasa y un porcentaje mínimo de instrumentos ligados a la inflación, todos de menor plazo, lo que resultó más atractivo para el mercado. De esta manera, en lo que a de agosto, el roll-over alcanza 106% y es por ahora el más bajo del año. Al cierre de agosto se concentran vencimientos por más de $ 97.000 millones donde se encuentra el mayor desafío del mes en un contexto de menor demanda por instrumentos en pesos.
En paralelo, para contener la brecha del tipo de cambio, el BCRA y la CNV en conjunto, emitieron una resolución conjunta la semana anterior que llevó a que esta semana se concretara uno de los volúmenes más bajos de operatoria de todo el año. La brecha con el tipo de cambio libre alcanza un 85% mientras que la que está limitada por el BCRA se encuentra en torno al 70%.
Por último, las novedades internacionales tienen que ver con la FED. La entidad consideró que se analiza una reducción más rápida de los bonos para las próximas semanas de lo que se había anticipado inicialmente, a partir de la gran recuperación de la economía y del mercado laboral en paralelo. Esto podría afectar aún más las tasas de interés de los bonos e impactar en el mercado accionario.