Para comenzar, el INDEC difundió que la inflación mensual de noviembre volvió a alcanzar los dos dígitos y se posicionó en el 12,8%. La variación interanual se ubicó en el 160,9%, mientras que la acumulada en el período enero-noviembre alcanzó el 148,2%. La división que experimentó el mayor incremento mensual fue Salud, con un aumento del 15,9%, producto de las subas en los medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga. A su vez, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,7%), principalmente explicada por los aumentos en carnes y derivados, aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos, y pan y cereales. En relación con las distintas categorías, el IPC Núcleo lideró el aumento con 13,4%; seguida por los estacionales, que aumentaron un 12,8%; mientras que los regulados presentaron una suba del 10,1%. Para el último mes del año se espera que la inflación mensual aumente considerablemente, a raíz de la devaluación del tipo de cambio oficial -entre otras cosas-.
Continuando con la preocupante situación en lo que respecta a precios, el INDEC informó que los productos de primera necesidad aumentaron por encima de la inflación minorista. Durante el mes de noviembre, el valor de la canasta básica alimentaria (CBA) registró un incremento mensual del 15,2%, lo que implica que una familia compuesta por dos adultos y dos niños requirió percibir ingresos por un monto de $185.050 para no ser considerada indigente. Asimismo, la canasta básica total (CBT), que abarca no solo los alimentos sino también otros rubros como transporte e indumentaria, presentó un aumento del 13,1% respecto al mes anterior. De esta forma, la familia tipo necesitó percibir ingresos por un total de aproximadamente $390.456 para no caer en situación de pobreza. El incremento interanual de la CBA fue del 189,1%, mientras que la CBT aumentó 167,5% en el mismo período, por lo que ambas se incrementaron más que el índice general de precios.
Por el lado de la actividad, los datos publicados por el INDEC mostraron que durante el tercer trimestre de 2023 la economía argentina mostró una caída del 0,8% respecto al mismo período del año anterior, mientras que presentó un rebote del 2,7% respecto al segundo trimestre. Por el lado de la demanda, se observó un aumento interanual débil del consumo privado (+0,3%) frente a la pérdida de poder adquisitivo ante la galopante inflación, y una caída importante de las exportaciones (-4,8%), debido a la sequía y la brecha cambiaria. Por su parte, el consumo público mostró un aumento del 1,3% interanualmente y la inversión avanzó un 0,8%. A pesar de las dificultades asociadas al sistema SIRA, las complicaciones en el pago de bienes y servicios al exterior, y la ampliación de la deuda comercial de empresas argentinas con proveedores extranjeros, las importaciones se expandieron un 2,6%. A nivel sectorial la caída interanual es explicada principalmente por los descensos en la industria y el campo, que cayeron 3,7% y 7,6% respectivamente. Los avances sectoriales más importantes se presentaron en hoteles y restaurantes y explotación de minas y canteras, que avanzaron 7,2% y 5,9% respectivamente.
Por otro lado, los bancarios firmaron su revisión de paritarias y obtendrán en diciembre un aumento del 40%, alcanzando en el año un incremento del 188%. De esta manera, el sueldo básico en el sector alcanza los $700.000.
Por último, el INDEC informó que en octubre el turismo receptivo por todas las vías de acceso alcanzó las 593.700 personas, mientras que el emisivo fue de aproximadamente 524.400 personas. Las variaciones interanuales fueron dispares, ya que se posicionaron en el +51% el receptivo y -2,3% el emisivo, lo cual se explica por las distorsiones generadas por la importante brecha cambiaria de aquel entonces.