El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha informado que, tal como se preveía, la tasa de inflación mensual correspondiente a febrero experimentó una aceleración respecto a las mediciones de enero, diciembre y noviembre, situándose en 6,6%. De este modo, la tasa de inflación interanual alcanzó los temidos tres dígitos por primera vez desde 1991, ya que el nivel de precios aumentó 102,5% entre febrero de 2022 y el mismo mes del corriente año. Resulta alarmante que, tan solo en los primeros dos meses del año, los precios hayan acumulado una suba del 13,1%. Las subas de febrero se vieron principalmente motivadas por los alimentos y las bebidas, que aumentaron un 9,8% como resultado del fuerte incremento en los precios de la carne, así como, en menor medida, en los de los lácteos y las frutas. También se han incrementado notablemente las divisiones de Comunicación (7,8%), debido al aumento en los precios de la telefonía e internet, y de Restaurantes y hoteles (7,5%), impulsada principalmente por las subas en restaurantes y comidas fuera del hogar. En contraposición a los meses anteriores, en febrero la tasa de inflación núcleo (que excluye los aumentos en los elementos estacionales y regulados) fue la más elevada, alcanzando el 7,7%. En cambio, los precios estacionales experimentaron un incremento del 3,3%, y los regulados un 5,1%.
Además de lo anteriormente mencionado, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA), se espera que la tasa de inflación para este año se sitúe en el 99,9%, es decir, una cifra notablemente por encima de la proyección realizada por el Gobierno en su Presupuesto.
Otro dato sumamente preocupante que dio a conocer el INDEC esta semana fue la variación de las canastas básica y total, las cuales definen el nivel de ingresos mínimo para que una familia tipo no sea considerada indigente o pobre respectivamente. Durante el mes de febrero, el valor de la canasta básica alimentaria (CBA) registró un incremento del 11,7%, lo que implica que una familia compuesta por dos adultos y dos niños requirió percibir ingresos por un monto de $80.483 para no ser considerada indigente. Asimismo, la canasta básica total, que abarca no solo los alimentos sino también otros rubros como transporte e indumentaria, presentó un aumento del 8,3%. De esta forma, la familia tipo necesitó percibir ingresos por un total de $177.063 para no caer en situación de pobreza. De esta forma, la CBA presentó un incremento interanual de 115,1%, mientras que la CBT aumentó 111,3% en el mismo período. Como se puede observar, las canastas aumentan, tanto a nivel mensual como a nivel interanual, notablemente por encima de la inflación minorista. Dada esta preocupante dinámica, lo más probable es que se perciba un aumento importante en la pobreza e indigencia en los datos del último semestre de 2022 y primera parte de 2023.
Por otro lado, las estimaciones de producción de soja y maíz parecen no tener piso, ya que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó nuevamente a la baja sus proyecciones. La entidad redujo su estimación para producción de soja para la campaña 2022/23 en 4 millones de toneladas (-14%), llevándola de 29 a 25 millones de toneladas. De esta forma marcaría una caída de 42% respecto a la campaña anterior. Respecto al maíz, la reducción fue en 1,5 millones de toneladas (-4%), y llevó la estimación de 37,5 a 36 millones de toneladas, marcando una reducción del 31% respecto a la campaña anterior. Sin un cambio en el escenario climático, es altamente probable que las entidades continúen ajustando a la baja sus proyecciones de producción.
En los próximos días el Gobierno anunciaría la cuarta edición del programa PreViaje, con el objetivo, nuevamente, de impulsar el turismo nacional en temporada baja que corre entre abril y junio. Para combinar con la nueva edición del programa, Aerolíneas Argentinas ofrece pasajes de cabotaje en hasta seis cuotas sin interés hasta el 2 de abril, para ser utilizados durante los meses que dura el PreViaje. Además, Lammens comunicó la introducción de una nueva línea de créditos con tasas subsidiadas en el Banco Nación, destinada específicamente al sector turístico.