Economía
La inflación del mes de abril fue del 8,8% mensual, regresando al terreno de un dígito por primera vez en seis meses. Así, la inflación interanual alcanzó el 289,4%, y acumuló 65% en los primeros cuatro meses del año.
El IPC núcleo fue la categoría con menor incremento (6,3%) y continúa mostrando una desaceleración sostenida, lo cual ratifica la tendencia a la baja de la inflación. En segundo lugar, se ubicó la categoría de Estacionales (9,9%), mientras que la de mayor aumento fue Regulados con (18,4%). Esto último se explica debido a las subas en tarifas de gas, agua y electricidad, ya que el Gobierno continuó en abril con su proceso de corrección de precios relativos. En el cuarto mes del año, la foto del proceso de reacomodamiento de precios relativos es la siguiente:
Del gráfico anterior, se observa como algunos bienes y servicios continuaron corrigiendo su atraso/adelanto en abril. Las tarifas de electricidad y gas avanzaron en la corrección de su desfasaje, pero aún se encuentran lejos del punto tomado cómo “base” (primer semestre de 2019). Igualmente, esta corrección se pausará en mayo, dado que el Ministerio de Economía ordenó la suspensión de los aumentos de tarifas de este mes. Algo similar sucede con las prepagas, que mes a mes fueron incrementando sus precios para corregir el atraso y llegaron a igualar el nivel base en abril. Sin embargo, este proceso se revertirá en mayo frente a la intervención del Gobierno en sus aumentos. Por su parte, los salarios registrados empeoraron su rezago respecto a noviembre de 2023, mientras que los dólares oficial y blue, quedaron ambos también atrasados. En contraposición, los autos, los artículos de cuidado personal y algunos rubros alimenticios cómo verduras, lácteos y huevos se mantienen adelantados.
Hacia adelante, el Gobierno proyecta una inflación de 139,7% interanual a diciembre de 2024. Hasta ahora, la inflación interanual se presentó al alza mes a mes, pero se espera que a partir del dato de mayo la desaceleración del dato mensual impacte en un descenso de la medición interanual. Igualmente, la interrupción en el ajuste de precios relativos como vehículo para mantener el sendero descendente de inflación puede volverse en contra y significarle al gobierno un costo en términos fiscales y de confianza en la consistencia de la desinflación.
Finanzas
La Secretaría de Finanzas infló pecho tras la última licitación de deuda local. A diferencia de oportunidades anteriores, la canasta ofertada de productos fue amplia: bonos CER (ajustados por inflación), bonos dólar linked (ajustados al tipo de cambio oficial) y 3 diferentes LECAPS, de tasa fija.
El resultado de la licitación fue positivo. El Tesoro capturó financiamiento por $11,7 billones, lo cual significó un saldo neto por $8,6 billones. El 85% de la licitación se concentró en Lecaps de muy corto plazo (entre junio y agosto de este año). Otro 10% le correspondió a los bonos CER, cuyos tramo más corto (marzo 2025) salió a una tasa negativa de -13%, mientras que a marzo de 2027 lo hizo a CER + 1,8%. El restante 5% licitó títulos dólar link. El gobierno anunció que el resultado excedente de los vencimientos sería utilizado para reducir la base monetaria amplia mediante 2 mecanismos: Un (1) billón de pesos irá a la compra de títulos del Tesoro en cartera del BCRA, con el objetivo de reducir la carga del pago de intereses y los restantes $ 7,63 billones irán a la Cuenta del Tesoro en el BCRA para generar un colchón de liquidez adicional a los $4 billones ya existentes.
El día de la licitación, y en coordinación con el Tesoro, el Banco Central lanzó el anuncio que estableció que los títulos que fueran adquiridos por suscripción primaria dentro del programa de licitaciones de Letras a tasa fija anunciado por el Ministerio de Economía no computarán a efectos del fraccionamiento crediticio del sector público, por hasta un monto determinado que tendría relación con la cantidad de pases en manos de cada institución, alentando al giro de deuda en manos del Banco Central hacia el Tesoro. En este marco, y tras conocerse la tasa de inflación del 8,8% (6,3% núcleo), la entidad decidió reducir la tasa de interés de referencia al 40%, haciendo menos atractiva la posición en pases, al tiempo que convalidó mayores tasas para la deuda emitida por el Tesoro.
Otra novedad que se dio esta semana fue la eliminación del BID que el Banco Central cerró desde este miércoles una ventanilla de emisión monetaria por la cual se emitieron cerca de $2,1 billones, que funcionaban como un instrumento de resguardo para los inversores en caso de que los precios de los bonos se contrajeran fuertemente, el Banco Central saldría como “garante”. De esta manera, la estrategia que se empezó a acelerar es la decisión de desarmar con mayor velocidad las fuentes de expansión monetaria primarias, con el objetivo de reducir los pasivos remunerados y sanear de forma acelerada el balance del BCRA, que Javier Milei mencionó esta semana como la estrategia de fondo para poder liberar el cepo cambiario lo antes posible. Recordemos que aún quedan cerca de 33.000 millones de dólares concentrados en pases de la entidad, con reservas netas que, pese a las compras en el mercado cambiario por más de US$ 16.000 millones desde el comienzo de la gestión, apenas alcanzan el terreno positivo.