La expansión del Coronavirus sigue causando impacto negativo en los mercados financieros a raíz de la incertidumbre sobre la afectación en el comercio internacional y la desaceleración del crecimiento global. Esta semana se registró la mayor caída intradiaria del índice S&P 500 desde la ocurrida en el octubre de 1987, tras presentar el jueves una contracción superior al 10%. De esta manera, desde que alcanzó niveles máximos durante el mes de febrero, se contrajo casi 30%.
Consecuentemente, esto generó un efecto negativo en todos los indicadores locales. Los bonos en dólares se hundieron hasta 13% en la semana y sus paridades se encuentran por debajo del 40%, posicionándolos en una zona de virtual default, que se da en medio del período de renegociación de deuda. En paralelo, y tras la contracción en el precio de los bonos, el riesgo país superó los 3.200 puntos, las brechas cambiarias aumentaron y superaron el 40% en ambos casos del Mep y el CCL.
Por otro lado, el INDEC difundió datos correspondientes a la inflación del mes de febrero, que cerró en torno al 2% y dejó un avance del índice de precios superior al 50%, mostrando una marcada desaceleración desde hace 3 meses. La misma estuvo signada por el leve avance de los precios regulados que el gobierno sostiene desde antes de la asunción. Los mismos corresponden al congelamiento del gas, la electricidad, los combustibles y también las prepagas. Este último ítem con el agregado de que, en acuerdo con los laboratorios, se realizó una baja generalizada del orden del 8% y llevó a un notorio descenso del rubro durante el mes de enero. De esta manera, los bienes y servicios regulados presentaron un incremento de tan solo 0,7% mientras que la inflación núcleo estuvo por encima del índice general (+2,4%). La composición del incremento de los precios, núcleo subiendo muy por encima de los regulados, da cuenta de una nueva fase de deterioro de precios relativos y de una desaceleración de la inflación temporal e insostenible en el mediano plazo.
La llegada de turistas internacionales la país tuvo una contracción del 7,4% en enero, según los datos relevados por el instituto. Este dato, junto al derrumbe de la cotización de la soja en el mercado de Chicago (314 dólares) configuran un escenario muy negativo para el incremento de los dólares comerciales del país.
A su vez, el indicador correspondiente a la capacidad instalada de la industria se contrajo levemente respecto del mismo mes del año previo y alcanzó un nivel de 56,1%. Dentro del análisis de los diferentes sectores, la industria más afectada continúa siendo la automotriz dado que marcó un total del 26% sobre el total, que contrasta con el nivel de 15% del año previo en el cual las paradas técnicas del sector contrajeron el indicador. Por el contrario, la refinación de petróleo fue la que mayor utilización presentó en torno al 80%, superando en 4 puntos porcentuales el mismo indicador del año previo. A este le siguieron, la industria química (73,8%) y el papel y cartón (67,9%).
En el plano internacional, los distintos bancos centrales han tomado medidas de inyección de liquidez en un momento en el que la recesión asoma y los precios de las commodities se contraen. La FED anunció un programa de US$ 150 mil millones, un tercio más de lo que originalmente se ofrecía. Además, aumentará el límite de la cantidad de efectivo que prestará al mercado durante un período de dos semanas, pasando de US$ 20.000 millones a US$ 45.000 millones. Por otro lado, el banco central de China dijo que va a recortar la cantidad de efectivo que algunos bancos deben mantener como reservas por segunda vez este año, liberando 550.000 millones de yuanes (US$ 79.000 millones) en liquidez para apoyar la economía. El Banco de Japón realizó una inyección en el sistema financiero de 700.000 millones de yenes (US$ 6.631 millones) a través de compra de bonos soberanos. Dichas decisiones fueron decisivas a la hora de ponerle un piso a los valores del mercado, que en la última jornada de la semana se mostraron positivos.