La noticia que más se destacó durante la semana fue la decisión del MSCI de bajar la categoría de Argentina desde mercado “emergente” a la categoría “Standalone”, un resultado peor al previsto, dado que el mercado anticipaba un downgrade a mercado de frontera, pero se encontraba lejos del doble descenso. La explicación detrás de esta nueva calificación tiene que ver con los controles cambiarios que rigen desde septiembre de 2019 y que no han sido modificados, hecho que ya había sido una advertencia. Lo cierto es que, hasta el momento, el peso de las compañías argentinas en el índice de mercados emergentes era bajo, de tan solo el 0,12% y se encontraban dentro del mismo YPF; Adecoagro y Globant, con la mayor participación. Ahora, los Argentina estará acompañada de países como Bosnia. Jamaica, Panamá, Trinidad & Tobago, Botswana, entre otros. La implicancia principal es que este índice es el que utilizan diferentes fondos de inversión para determinar qué porcentaje de sus carteras asignan a determinado riesgo. Al quedar en peores categorías, el caudal de fondos que pueden ingresar al país genera automáticamente un cap que puede repercutir en la capacidad de financiamiento de las compañías privadas.
Por otro lado, el INDEC dio a conocer los resultados del balance comercial del mes de mayo, que mostraron un resultado favorable para la Argentina de US$ 1.623 millones. En el quinto mes del año, las exportaciones alcanzaron US$ 6.764 millones, mayor nivel registrado desde junio de 2014, y las importaciones, US$ 5.141 millones de dólares. Si bien en términos de cantidades las exportaciones mostraron una contracción de casi el 2% en la medición interanual, los precios internacionales jugaron favorablemente para el país en casi un 36%, impulsado por los precios de las commodities exportables. En el plano de las importaciones, la dinámica es la contraria, las cantidades aumentaron más de 40% anual y los precios solamente lo hicieron un 15%, lo que favoreció el resultado total. De esta manera, el resultado acumulado es de US$ 5.624 millones, un 17% por debajo del obtenido el año anterior.
Por otro lado, los datos sobre desempleo marcaron una tenue mejora con relación al mismo período del año previo. La desocupación pasó de 10,4% en el primer trimestre de 2020 al 10,2% en el último dato. En el segundo trimestre de 2020 se ubicó el pico, que alcanzó un 13,1% en los peores meses de actividad económica a partir de la cuarentena más estricta por el efecto de la pandemia. Sin embargo, las tasas de actividad también se contrajeron con mayor fuerza en torno a 0,8 puntos anual.
En el primer trimestre de 2021, el PBI creció 2,6% en términos desestacionalizados respecto del cuarto trimestre del año pasado y aumentó 2,5% en la comparación frente a igual período de 2020. Como se desprendía de lo anterior, las exportaciones marcaron el mayor incremento interanual, con una suba de 19,2%, seguido de la inversión (6,1%) y el consumo privado (2,9%).
Finalmente, fue aprobado en la Cámara de Senadores el proyecto de “Zonas frías”, para aumentar los subsidios al 50% de los usuarios de gas del país. Se estima que la Ley tenga impacto en más de 3 de millones de habitantes de municipios de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Jujuy, San Juan, San Luis y Salta en los que se registran bajas temperaturas. Se estima aproximadamente que su costo será de $ 35.000 millones adicionales.
En el plano internacional, los países de la región continúan aumentando sus tasas de interés de referencia. Tras Brasil, que elevó su tasa Selic a 4,25% a partir de los datos de inflación, que se acercaron al 8% anual. México también hizo lo propio al aumentar su tasa de referencia al mismo nivel, a partir de la preocupación por los elevados datos de inflación, no solo a nivel local sino global.