Esta semana se difundieron los datos referidos a la estimación mensual de la actividad económica del mes de mayo, Las estadísticas del INDEC marcaron para el mes de mayo un incremento de los salarios nominales del 2,8% respecto de abril, como consecuencia de una suba en los salarios registrados de 3,3% y un aumento en los salarios del sector privado no registrado de 0,9%.
A su vez, las publicaciones vinculadas a la evolución del comercio indicaron que las ventas de supermercados en mayo de 2021 tuvieron un incremento nominal de 40,9% respecto al mismo mes del año anterior. Las ventas a precios constantes mostraron una caída de 2,6% respecto a mayo de 2020. Sin embargo, en relación a mayo de 2019 la variación fue apenas positiva. Esto responde a que el año pasado, la actividad de supermercados en el momento más fuerte de la cuarentena estuvo algo sobredimensionada como consecuencia de los cambios en los hábitos de consumo.
Al mismo tiempo las ventas de los shoppings representaron un salto fenomenal en relación al año pasado, pero esta estadística carece de sentido dado que, en mayo 2020, la mayor parte de estos centros comerciales se encontraban cerrados. Al compararlas con mayo 2019, se encuentra que la actividad comercial de shoppings permanece deprimida, con una caída real del 55%.
Con respecto a la evolución de la deuda pública argentina, la Secretaría de Finanzas de la Nación informó que al mes de junio la deuda superó los 343 mil millones de dólares, lo que significa un crecimiento de 30.000 millones de dólares en el stock de deuda desde la asunción de Alberto Fernández a la Presidencia. En términos del PBI, la deuda pública alcanza el 100% del PBI, aunque al quitar de la cuenta a la deuda interestatal dicho ratio se reduce a menos del 60%. Esto significa que la deuda con privados y OOMM del país no es particularmente alta en relación regional e internacional. El problema del país no es con el tamaño de su deuda sino con la ausencia total de un horizonte que permite recrear la confianza en los flujos de pago futuros.
Como veníamos adelantado, el segundo semestre iba a ser mucho más complicado para el Banco Central en su afán por mantener la estabilidad cambiaria. En las cinco ruedas de esta semana, la entidad tuvo que intervenir fuerte en el mercado de cambios, terminando con ventas netas por 300 millones de dólares. Así, las reservas internacionales, que el viernes pasado habían cerrado en 43.111 millones de dólares, culminaron la semana cerca de los 42.500 millones.
Mientras tanto, el mercado del dólar blue tuvo una semana de tranquilidad luego de varias jornadas en alza. Cerró el viernes en 180 pesos por dólares frente a los 185 del viernes pasado.
En materia de economía internacional, se destacó esta emana el anuncio de la FED que sigue considerando al fenómeno inflacionario como transitorio y, por lo tanto, aún no está dispuesta a tomar medidas contractivas. El FMI, por su parte, publicó nuevas proyecciones actualizadas. Las mismas señalan que se proyecta que la economía mundial crezca 6,0% en 2021 y 4,9% en 2022. El pronóstico mundial para 2021 no ha variado con respecto al del informe WEO de abril de 2021, pero las revisiones se ven neutralizadas. Las perspectivas de las economías de mercados emergentes y en desarrollo para 2021 se han revisado a la baja. Estados Unidos cerraría el 2021 con una recuperación muy fuerte, del 7% mientras que Europa se expandiría 4,6% y todavía no lograría recuperarse completamente de la caída del 2020. Para Brasil, el organismo espera un repunte importante del 5,3% mientras que para Argentina espera un rebote de 6,4%