Luego de mucho tiempo dando noticias positivas, el precio internacional de la soja tuvo un importante ajuste a la baja durante esta semana. Al cierre del día de hoy la cotización descendió 40 dólares en comparación con el cierre del viernes pasado. Simultáneamente la curva de futuros muestra ajustes para los próximos meses que hacen esperar que el precio perfore los 500 dólares y se ubique más cerca de los 450 dólares por tonelada. De todos modos, es preciso destacar que estos valores siguen siendo considerablemente superiores al promedio de los últimos años que rondaba los 350 dólares.
Con la media sanción en la Cámara de Diputados el proyecto de “Zonas frías”, para aumentar los subsidios al 50% de los usuarios de gas del país, ha comenzado a ser tratado en la Cámara Alta donde no solo será aprobado por amplia mayoría, sino que en el debate se ha abierto la puerta a una gran cantidad de nuevas propuestas de subsidios por parte de los legisladores. Una vez que este proyecto sea convertido en ley, el Congreso parece dispuesto a avanzar en la discusión de un proyecto de “Zonas cálidas” mediante el cual se prevé destinar partidas a subsidiar el consumo de energía eléctrica principalmente en las provincias del NEA. En caso de que estas iniciativas avancen, la maraña regulatoria y de subsidios cruzados que mostraría el sistema energético en los próximos años implicaría un nivel de distorsiones de naturaleza incluso peor que la que existía en el año 2015 luego de más de una década de congelamientos. Es realmente preocupante la falta de rigurosidad y criterio a la hora de proponer intervenciones sobre los mercados que muestran los Diputados y Senadores nacionales.
Otra novedad de la semana tuvo que ver con el cambio en la postura del gobierno con respecto a las deudas retroactivas del monotributo. Finalmente se decidió dar marcha atrás y no cobrar el saldo acumulado en los últimos seis meses como consecuencia de la demora administrativa del Estado en cuanto a la actualización de la cuota del monotributo.
Como adelantaramos en el informe de la semana pasada, se perciben cada vez más presiones sectoriales e internas en el gobierno para flexibilizar lo que hasta el momento venía siendo una política fiscal muy conservadora por parte de Guzmán. Además del proyecto de Zonas frías esta semana se ha comenzado a hablar nuevamente de otorgar bonos a los beneficiarios de las jubilaciones mínimas, como ya se hizo en los meses de abril y mayo ($1.500 cada mes). Al mismo tiempo, este viernes la Ciudad de Buenos Aires ha sido nuevamente el epicentro de movilizaciones y protestas sociales con el reclamo del fortalecimiento de planes y transferencias. A primera hora de la mañana el Ministro de Desarrollo Social había intentado adelantarse a estas manifestaciones anunciando que no debería descartarse la implementación de nuevas rondas de IFEs y la eliminación o reducción del IVA pagado en las compras de alimentos hechas con la Tarjeta Alimentar. Como puede verse, el gobierno se encuentra cada vez más cerca de las elecciones de medio término, con un panorama socio-económica muy complejo y con malos números en las encuestas. Con seguridad veremos en las próximas semanas y meses un incremento en las erogaciones del sector público de todo tipo con el objetivo de mejorar sus chances electorales, aún con el riesgo de poder desestabilizar el plano cambiario y financiero.
El dato de inflación de mayo mostró una desaceleración con respecto al mes anterior, pero de todas maneras permanece por encima del 3% y parece difícil que logren bajarla de ese nivel. Las paritarias ya no le prestan ninguna atención al objetivo del 29% del presupuesto, lo que implica un escenario de precios y salarios desanclado de cara al futuro. En este contexto, en los últimos siete días, el dólar blue mostró un incremento hasta los $164.