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Persiste el desajuste en las tarifas de transporte del GBA

Economía

En su primer año de gestión, el gobierno de Javier Milei impulsó una corrección en la estructura de precios relativos, con especial énfasis en los servicios públicos, que presentaban un notable desalineamiento. Sin embargo, el transporte público, particularmente en el Gran Buenos Aires (GBA), fue el sector que registró los menores avances en este proceso.

Si, por ejemplo, se analiza la estructura de precios relativos y se la compara con la del primer semestre de 2019 (período “base”), el ítem “Transporte Público” del IPC se encuentra 20,8% por debajo de su nivel de I-S 2019 en GBA. En cambio, a excepción de la Patagonia (-8,8%), en el resto de las regiones ya se ubica por encima (Noreste 20%; Cuyo 4,8%; Noroeste 2,4%) o igual (Pampeana 0,1%).

Asimismo, en los primeros once meses de 2024, “Transporte Público” creció 337% promedio versus igual período de 2023 en GBA, mientras que en resto de las regiones la suba fue del 382%. El mayor aumento se observó en el Noreste (+454%), seguido por el Noroeste y Cuyo (+410% cada uno). Por su parte, Pampeana (+326%) y Patagonia (+304%) mostraron incrementos menores que los del GBA.

Otra manera de ver lo anterior es a través de la evolución de la boleto mínimo en términos reales; en donde, en el caso del colectivo, se ve claramente el atraso de GBA. Como muestra el gráfico, el valor máximo registrado en el período fue de $618 en abril 2019, a precios actuales. A pesar de que en febrero 2024 hubo una corrección parcial -que llevó al precio a $409-, las tarifas volvieron a rezagarse.

Por último, dado que GBA es la única región con un atraso significativo en los precios del transporte público, se estima que un sinceramiento de estos valores podría generar un impacto de 0,5 puntos porcentuales en la inflación general nacional durante el mes en que se aplique; lo cual sugiere que aún existe margen para corregir el atraso sin generar un impacto considerable a nivel precios.

Finanzas y mercados

El Tesoro efectuó en el día de ayer el pago de los vencimientos de capital e intereses de Globales y Bonares, en línea con lo esperado por el mercado. El foco sigue puesto en la acumulación de reservas, que cayeron en USD 1.728M el día anterior al pago y USD 272 M ese día (recordar que ya se habían girado USD 1.000 M en octubre del año pasado). Hoy las reservas brutas recuperaron en USD 135 M y las netas con Bopreal se situaron en USD -6.001 M.

Al respecto, el viernes pasado (ver NEF) el BCRA anunció que concertó un REPO con cinco bancos por USD 1.000 millones como herramienta adicional para administrar sus reservas, una operación de pases pasivos con Bopreales Serie ID. Como correlato, el lunes se vio reflejado un incremento de USD 1.736 millones en la cuenta que incluye Bopreales del BCRA, la misma aclara de hecho que la partida incluye a partir de ese día los Bopreales emitidos como garantía de los pases acordados con los bancos. Este movimiento permitiría estimar que, por cada dólar recibido, la entidad concedió en garantía 1,7 valor nominal de Bopreal.

En paralelo, el riesgo país continuó cediendo y ayer tocó los 560 p.b, niveles que no se registraban desde julio de 2018, (hoy repuntó levemente hasta 562) y el Merval en dólares se mantuvo al alza en la última semana – aunque retrocediendo hoy – y se situó en USD 2.356 (+2,2% semanal).

Mientras tanto, las tasas de los instrumentos en el mercado de deuda en pesos continuaron comprimiendo durante los primeros días del año, a lo largo de toda la curva: en la comparación entre ayer y el jueves pasado, la TEM de una letra de corto plazo como la S14M5 pasó de 2,71% a 2,50% (-0,21 p.p.), una de mediano plazo como la S31L5 pasó de 2,28% a 2,23% (-0,05 p.p.) y las de más largo plazo ya están rindiendo a 2,05% de TEM. Esta baja de tasas muestra que el mercado se está adelantando a un recorte en las tasas de interés del BCRA. Sin embargo, el día previo a la publicación del índice de precios de CABA (de 3,3%), que fue tomado por el mercado como un dato no tan bueno, las tasas estaban aún más bajas (excepto los boncaps), y en consecuencia al día posterior muchos inversores migraron hacia instrumentos de renta variable por una inflación mayor a la que esperaban, lo que movió la curva levemente hacia arriba.

Fuente: Invecq en base a IAMC.

En simultáneo con lo anterior, la inflación breakeven también continuó comprimiendo y ya refleja 1,6% en el promedio de los cinco primeros meses, 1,4% entre junio y octubre y 1,3% en los dos últimos meses 2025, lo que sitúa a una inflación implícita esperada de 19% para el 2025, acorde con los datos esperados por el gobierno. Este escenario de baja en las tasas de mercado y reducción en expectativas inflacionarias podría estar reflejando un incipiente recorte de tasas – aunque poco pronunciado, en línea con lo que anticipamos en el NEF de diciembre-. Esto se podrá constatar la semana próxima de cara a la licitación del miércoles –semana en la que vencen $1,69 bn de la S17E5 – y a la publicación del índice general de precios el martes, sobre lo cual el presidente en sus últimas declaraciones volvió a mencionar que, si la inflación de diciembre se ubica en torno a 2,5%, recortarán el crawling a 1% mensual.

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