Economía
La inflación de julio rondaría el 4% mensual. El promedio móvil 4 semanas del IPC Invecq se ubicó este viernes en 4,5%, pero el anterior en 3,6%. Dado que el relevamiento incluye dos días de agosto, donde probablemente haya habido aumentos, es de esperar que la inflación se sitúe en torno al 4%.De esta manera, tras la aceleración de junio, retomaría su camino descendente y hasta podría ser la menor de la era Milei.
En relación con los distintos rubros, “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue el de mayor incidencia: explicó casi el 40% (1,7 p.p.[1]) del 4,5% de este viernes. Bastante por detrás le siguieron “Prendas de vestir y calzado” y “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (0,6 p.p. cada uno). Por su parte, la inflación núcleo cerró la semana subiendo a un ritmo mensual de 4,6% (cabe destacar que en junio el IPC Invecq Núcleo estuvo 0,8 p.p. por encima del registrado por INDEC).
Por otro lado, la recaudación tributaria cayó 8,2% i.a. real[2] en julio, desacelerando su ritmo de caída respecto a junio, cuando se contrajo 13,5% i.a. Sin embargo, los impuestos ligados a la actividad económica -IVA DGI, contribuciones patronales, y créditos y débitos bancarios- aceleraron su baja: -8,4% i.a. vs. -6,8% i.a. el mes previo.
Desde el gobierno adelantaron que, por primera vez en la era Milei, el Tesoro no alcanzó el superávit fiscal total. Aunque el resultado primario haya sido superavitario, el financiero sería transitoriamente negativo dado el alto volumen de pagos de deuda durante el mes. De todas formas, este resultado no es preocupante: el primer semestre dejó un margen significativo que permite cierta flexibilidad en la segunda parte del año, sin comprometer la meta de equilibrio fiscal –ver NEF-.
La preocupación a mediano plazo surge por la reducción y posterior eliminación del impuesto PAIS, ya que su crecimiento en los últimos meses ha amortiguado la caída total de la recaudación. Su eliminación implicará una pérdida de recursos equivalente al 1,5% del PIB.
Finanzas
En el marco internacional, y tal como mencionamos en la entrega anterior, la Reserva Federal decidió mantener las tasas de interés inalteradas, destacando que los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo sólido. Sin embargo, hoy por la mañana, los resultados de esta mañana no fueron en esa dirección: el desempleo en julio aumento a 4,3% vs el 4,1% esperado. Ahora el mercado prevé que la FED baje la tasa en septiembre, pero más fuerte que hasta hace un día, en vez de bajar 0,25% lo haría en 0,5%.
En el plano local, el equipo económico va en búsqueda de ganar credibilidad en un entorno muy complejo y con un mundo que no brinda demasiada ayuda: precios de commodities exportables a la baja y Brasil devaluando hasta USD/BRL 5,74, son las principales. El gobierno sigue mostrándose inquebrantable a la hora de sostener los resultados fiscales, algo que el mercado incorporó muy positivamente, pese a que julio llegue con déficit financiero por el pago de intereses de los bonos, el superávit primario es innegociable y la acumulación de deuda flotante no está aún en niveles difíciles de corregir, pese a su aumento en junio. Sin embargo, la falta de acumulación de reservas que empezó a visualizarse desde junio levantó algunas alarmas y el precio de los bonos soberanos, que se había acercado a US$ 60, empezó a deteriorarse.
Es por eso que esta semana el gobierno propuso una reunión con distintas ALYCS, que le permitiera impulsar con mayor fuerza los resultados del blanqueo (que viene por ahora muy lento, con bancos que recién se encuentran operativizando sus sistemas) pero con la convicción de que es un blanqueo muy favorable por su bajo costo, en relación a anteriores. En esa misma reunión, el equipo económico aprovechó para despejar ciertas dudas sobre el programa financiero. Aunque con movimientos algo atípicos, como una conferencia de prensa para anunciar que se esterilizaría la compra de dólares, pero una reunión privada para comunicar que está asegurado el pago de los bonos soberanos, esto fue tomado como una buena noticia y los bonos respondieron favorablemente. Los anuncios tuvieron que ver con recordar que el pago de intereses de los bonos a pagar en enero ya lo tienen en cartera y que los pagos de capital, que también comienzan en enero, los tendrían asegurados contra un REPO con bancos del exterior y los bonos soberanos en garantía. Por ahora, no hay nada asegurado, pero el gobierno trabaja para que esa sea la manera.
Pese a que el Banco Central cerró el séptimo mes del año con ventas netas por US$ 220 millones, el rojo del año pasado había sido mayor (US$ 469 millones) y con un resultado menos negativo de la balanza energética, agosto se posiciona como un mes favorable para que el Banco Central pueda ser comprador neto de divisas, algo que usualmente no sucede. Semana favorable en un contexto adverso.
[1] Puntos porcentuales.
[2] Asumiendo una inflación mensual de 4% en julio.