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El 28 de diciembre pasado el gobierno declaró al 2019 como “Año de la exportación” mediante el decreto 1177/2018. En los considerandos del mismo, el gobierno argumenta que “la exportación de nuestros productos y servicios es la vía para la construcción de una economía próspera, dinámica e integrada al mundo, que genere empleos de calidad y sustentables para todos los argentinos.”

Efectivamente el 2019 será el año de las exportaciones. Pero no porque el gobierno así lo haya decretado. La recuperación de la producción agropecuaria, pasado el efecto de la sequía de la cosecha anterior, y la maduración de los proyectos de inversión en el sector energético serán los dos principales factores que incrementarán la oferta de exportables durante el año. Si a ello sumamos un crecimiento de las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario y una continuación de la buena dinámica de 2018 para las manufacturas de origen industrial, el valor total de las exportaciones podría incrementarse a lo largo del 2019 en unos 10.000 millones de dólares. Desde poco más de 60.000 millones en los que cerró el 2018 a unos 70.000 millones de dólares acumulados hacia fines de 2019.

Complementariamente, con importaciones estables o incluso retrayéndose sensiblemente respecto a los valores del año pasado, la balanza arrojará un saldo comercial positivo de aproximadamente 4.000 millones de dólares, revirtiendo el déficit de 5.000 millones de dólares del 2018. Este saldo será una fuente muy importante de estabilización del mercado cambiario que colaborará en la disminución de la volatilidad macroeconómica que caracterizó al año pasado.

Con respecto a la producción de productos primarios, la cosecha fina, que ya terminó de levantarse, arrojó un crecimiento interanual del 10%, aportando unos 1.000 millones de dólares más que el año pasado. De cara a la cosecha gruesa, las perspectivas son mucho más auspiciosas que el año pasado. Si bien el fenómeno del niño está poniendo en problemas a grandes zonas del litoral y norte argentino, inundando no solo centros urbanos sino también grandes áreas productivas, las pérdidas económicas serían marginales en comparación a la fuerte sequía del año pasado. A su vez, la zona núcleo se encuentra en buenas condiciones, con riesgo de exceso hídrico pero que podría desactivarse en las próximas semanas en caso de que se detengan las lluvias. Esta zona es la de mayores rendimientos de todo el territorio nacional y la más afectada por la sequía durante la cosecha pasada.

Con un mayor volumen de producción primaria, las manufacturas de origen agropecuario también tenderán a incrementarse debido a que habrá mayor producción para procesar y luego comercializar en el exterior. El año pasado, en varias ocasiones hubo que recurrir a la importación de porotos debido a la baja utilización de la capacidad instalada de las plantas procesadoras, lo que no ocurrirá este año.

Con respecto a las exportaciones de manufacturas industriales, un tipo de cambio real más alto y una recuperación brasilera más acelerada durante este año serían los dos principales factores que las impulsen. Así, podría mantener un ritmo de crecimiento similar al del año pasado que orilló el 10% anual.

Por último, los envíos de combustibles y energía continuarán con su descollante performance. El año pasado crecieron un 70% y a lo largo de este año continuaría la tendencia fuertemente positiva. Si bien se parte de niveles muy bajos dada la larga década de deterioro del sector, la maduración de los proyectos de inversión en yacimientos no convencionales continuará incrementando los dólares que genera el sector energético. Así el déficit energético experimentará un fuerte recorte ubicándose en mínimos de los últimos años.

Todos estos factores harán que el 2019 realmente sea un año de fuerte crecimiento de las exportaciones y que el “año de la exportación” sea más que el encabezado de toda la documentación oficial, como establece el decreto. De todos modos, para romper con los ciclos de recuperación y recesión que caracterizan a la economía argentina desde el año 2011 es imprescindible que la dinámica exportadora exceda a un año en particular y que se logre mantener un crecimiento continuo de los volúmenes exportados. Con la caída de los precios internacionales de las commodities, las exportaciones argentinas pasaron de más de 80.000 millones de dólares en 2011 a unos 55.000 millones de dólares en 2015, dejando al descubierto que el crecimiento de las exportaciones en la década de los 2000 había sido fundamentalmente un efecto exógeno de aumento de precios mientras que las cantidades producidas con destino a la exportación se habían expandido insignificantemente y en 2015 eran las mismas que en 2005.

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2 respuestas

  1. Lo anunciado por el gobierno “Año de las Exportaciones”, sí se basa solamente en la exportación de productos primarios, industriales supeditados a Brasil y Vaca Muerta, efectivamente el 2019 el año de las Exportaciones, Argentina requiere Plan y Líneas Estrategicas de internacionalización, que incluya además a la Pequeña y Mediana Empresa y sus productos, entiendo que es un año de elecciones y Argentina require continuidad exportadores, “año de la exportación”.

  2. Las tres razones principales que producirían el aumento exportador son puntuales . En el caso de los dólares del sector energético hay que ver que ese boom de producción es debido a condiciones muy ventajosas para las extractoras . El sector energético debe replantearse integralmente una vez recompuesto el esquema tarifario. Producción, transporte , distribución y el precio final al usuario han sido restaurados con brocha gruesa..
    Pero a decir verdad todo tiene un comienzo para mejorar la situación de Argentina. Primero la macro , estabilizar lo financiero ( es lo que estàn haciendo con mucha crìtica al respecto dadas las consecuencias en la economía real, y la incertidumbre en algunas asuntos a futuro ). Si se lograra ese objetivo entonces debieran plantearse para la exportación los objetivos de corto, mediano y largo plazo por encima de las coyunturas políticas electorales. Lo cual a decir verdad y por lo visto en mas de 50 años al presente pareciera una quimera !. Lo mas frustrante es que las nuevas camadas políticas ( familiares y amigos de los actuales ) parecieran reproducir los mismos vicios e intereses personales desarrollados desde el reinicio de la democracia en el 83. Veremos …..

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